Dos sábados al mes, en el Centro de Desarrollo Campesino –CEDECAMPO, hombres y mujeres de diferentes municipios de Montes de María tienen una cita para compartir experiencias y construir nuevos conocimientos en la Escuela de Agroecología. Estas personas representan a organizaciones y comunidades campesinas interesadas en mejorar sus prácticas agrícolas y principalmente preocupadas por garantizar una mejor producción de los alimentos que consumen y venden.
Elvia Merchan, es una joven de 17 años quien junto a sus padres y la comunidad de los Ángeles en el Carmen de Bolívar, viene trabajando un semillero de verduras y hortalizas, aplicando técnicas agroecológicas: “Mi papá siempre siembra yuca, ñame, frijol, maíz, es un trabajo sudado con mucho sacrificio, me parece un guerrero, porque de eso prácticamente sobrevivimos. Además, tenemos un semillero y no utilizamos ningún herbicida y con las clases que estamos viendo aquí, estamos aprendiendo sobre los abonos agroecológicos para las plantas”. Expresa.
Elvia, comparte con campesinos de larga trayectoria, quienes en cada sesión traen nuevas historias para compartir, ellos consideran que muchos conocimientos agroecológicos no son nuevos en sus prácticas agrícolas. Así lo reconoce Migdonio Julio de la asociación campesina de Pueblo Nuevo en María la Baja; “la agroecología no es nueva, porque es una tradición que teníamos de años, por ejemplo conservar los bosques, no quemar la tierra, no usar químicos ni venenos, pero las multinacionales nos imponen los fertilizantes, los químicos que dizque porque son más rápidos. La Escuela de Agroecología nos ayuda a recuperar esos conocimientos de nuestros ancestros”.
“Necesitamos recuperar saberes y sabores campesinos de la región” dice Miguel Florez, técnico de la Corporación Desarrollo Solidario y facilitador de la escuela, quien nos cuenta que este proceso formativo se divide en dos momentos; un primer espacio de investigación y capacitación que termina este año y en el que abordan temas como los abonos orgánicos, biopreparados, importancia del suelo, de la biodiversidad, de la recuperación y conservación de las semillas criollas, los participantes estarán aplicando un diagnóstico para identificar prácticas y conocimientos agroecológicos con sus organizaciones y comunidades Durante el 2015 se desarrollará el componente práctico-productivo con el fin de implementar propuestas agroecologógicas en patios y parcelas de las organizaciones que participan de la escuela.
En una región como Montes de María que ha pasado de ser reconocida como despensa agrícola, a ser región de grandes extensiones de monocultivos de palma y forestales, la escuela Agroecológica, se propone reconocer, impulsar y fortalecer la misión del campesinado como productor de alimentos, para que comer sano no sea un asunto de quien mejor paga.
Este proceso cuenta con el apoyo de la Fundación Ayuda en Acción y Pan para el mundo.
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