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COMUNICADO: ALARMA POR TALA INDISCRIMINADA DE ÁRBOLES EN MARIALABAJA Y EL CARMEN DE BOLÍVAR

Afectadas las cuencas de los principales arroyos y las zonas de protección ambiental de las represas



 La implementación de monocultivos de palma de aceite, piña y el comercio ilegal de madera están acabando con los bosques protectores de los cuerpos de agua que las comunidades rurales de la alta montaña de Montes de María han conservado por años.
Las organizaciones aquí firmantes hacemos un llamado a las autoridades ambientales para que se actúe con celeridad, pues en un momento de tanta sequía la conservación del recurso hídrico es una prioridad.
Una lucha de más de siete años
“Desde el 2009 se envió al ministerio del Medio Ambiente un comunicado, donde se exigía que se detuviera la siembra de palma y la tala indiscriminada en la zonas de protección de las represas de Matuya y Arroyo Grande y en la cuenca de los diez arroyos y quebradas que las surten”, afirmó Geovaldis González, uno de los líderes ambientales que junto a su comunidad ha venido liderando la defensa del agua en la región. Si bien el Ministerio notificó a Incoder, Gobernación de Bolívar, Cardique y Usomarialabaja, han pasado siete años de denuncias y la deforestación no cesa. 

Cultivos de palma de aceite en la ronda de la represa de Arroyo Grande en San José de Playón Marialabaja


Entre derechos de petición, tutelas y comunicados, se logró encontrar eco en la Defensoría del pueblo, regional Bolívar, a través de quienes se solicitó a Incoder la copia de los planos de la represa de Arroyo Grande con el fin de identificar con claridad la cantidad de hectáreas de zonas de protección impactadas por los cultivos de palma, la respuesta sorprendió a las comunidades campesinas denunciantes, los planos habían desaparecido. Según la Defensoría se sigue esperando que los planos aparezcan, además de clarificar las licencias ambientales y permisos con los que cuentan estas empresas.

 Piña de exportación
Además de la Palma de aceite se conoce que en la zona se ha comenzado a sembrar piña por parte de la firma Inversiones Tapia Villamizar SA que tiene 60 hectáreas de éste cultivo, y de donde ya han salido las primeras toneladas de piña Golden oro miel para Europa. La preocupación de los habitantes aumentó en los últimos días por la tala de más de 15 árboles de caracolí y otras especies nativas protegidas que ésta empresa realizó para la comercialización y uso en sus haciendas. “Ante nuestras denuncias la respuesta que me dio el Capitán de Maríalabaja, es que ya hizo la pedagogía con los trabajadores de Alfredo Tapia, el dueño de los cultivos de piña y que ya no hay madera para decomisar porque ya fue usada” expresa uno de los comunicados dirigidos por los líderes de la vereda Camarón de El Carmen de Bolívar.


Es de conocimiento público la cantidad de litros cúbicos de agua que demandan los cultivos de palma y piña, también se conoce del uso excesivo de agroquímicos y de cómo estos contaminan las fuentes de agua. Además, que se necesitan sembrar grandes extensiones de tierra y con ello talar los bosques y zonas protegidas para que este cultivo sea rentable. Entonces no se comprende por qué las autoridades no actúan ante esta situación.

Geovaldis expresa con tristeza y preocupación: “Si seguimos despilfarrando la poquita riqueza que tenemos los campesinos la próxima guerra será por falta de agua. Que Dios se apiade del mundo. Es cierto, el ser humano somos la mayor amenaza para la tierra” puntualizó. 

Hacemos un llamado a las autoridades municipales de El Carmen de Bolívar y Marialabaja, la Gobernación de Bolívar, CARDIQUE y al Ministerio del Medio Ambiente a proteger estas áreas de importancia estratégica ambiental que garantizan el recurso hídrico para las comunidades campesinas y étnicas.

FIRMAN

OPDS-Montes de María
Corporación Desarrollo Solidario
Comunidades campesinas de las veredas de Camarón y Mesa en El Carmen de Bolívar.





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