“Existen en la web -cifras cambiantes- casi 43
millones de entradas sobre “el derecho AL agua” (921 millones sobre “right TO
wáter”) y casi ninguna sobre “los derechos DEL agua”, aunque sí más de 79
millones sobre los “Derechos de la naturaleza” (“Rights of Nature”).
“Existen también complejas discusiones sobre
si tiene sentido o no considerar que seres distintos de los humanos pueden ser
sujetos de derechos, a partir de la convicción de quienes se oponen, de que los
derechos son concesiones culturales que los seres humanos nos hemos hecho en
favor de nosotros mismos y de que un derecho solamente existe en la medida en
que el conjunto social y el ordenamiento legal los reconoce.
“Al agua, sin embargo, no le interesan esas discusiones
ni se enreda en ellas. Simplemente, cuando algunos de sus derechos son
violados, el agua sienta su protesta e intenta recuperarlos.
“Cuando ocurre algún desastre relacionado con
el agua, basta con que nos preguntemos qué derechos fundamentales le han sido
violados, para que encontremos la causa del desastre.
“La observación de distintos procesos me ha
convencido de que el agua tiene por lo menos estos derechos fundamentales:
Derecho a existir y a no estar contaminada:
si no se les respetan, los seres humanos no podemos ejercer nuestro derecho
al agua.
Derecho al cauce: el agua tiene una
memoria que persiste mucho más allá de la memoria humana. Muchas veces, cuando
se produce un desastre, el saber popular lo explica de manera acertada: “El agua vuelve por lo que le han quitado”.
Derecho a fluir libremente: si no se le respeta, el agua tarde o temprano desborda sus cauces naturales o impuestos, rompe los tapones que la obstaculizan y genera grandes flujos que producen desastres.
Derecho a expandirse en temporadas de lluvias intensas: si las orillas de los ríos y humedales han sido invadidas para desarrollar en ellas actividades humanas (incluida la vivienda), y a través de diques se ha intentado privarla de esos espacios “amortiguadores”, el agua intenta romper esos diques y recuperar por las malas esos espacios. Si no lo logra genera inundaciones en algún lugar aguas abajo.
Derecho a ser absorbida por el suelo: cuando los suelos son impermeabilizados por procesos como el crecimiento de las costras urbanas, el agua no tiene otra opción que correr sobre la superficie cubierta de cemento de las ciudades, supera la capacidad de los sistemas de alcantarillado y produce inundaciones que a su vez generan desastres”.
Tomado de Gustavo Wilches Chaux. “Base ambiental para construir la paz. La necesidad de hacerle gestión
del riesgo al paz-conflicto”. Proyecto Agenda Común para la Paz, Planeta
Paz, Oxfam, Bogotá, 2017.
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